Lo bueno y lo malo del 2022 ¿Como se vé el 2023?

Revista Nacional de SAC – Diciembre 22 de 2022

El 2022, fue un buen año para el algodón de Colombia.

Cerró con la siembra de 14.100 hectáreas, frente a las 8.200 del 2021, y con una producción de 14.194 toneladas de fibra, en comparación a las 7.880, también del año pasado. Por primera vez en la historia del cultivo, la productividad obtenida superó una tonelada por hectárea, que es un registro muy favorable, si se compara con grandes productores y exportadores, como Estados Unidos y Argentina.

El consumo nacional también mostró una recuperación importante, al pasar de 26 mil toneladas en el 2021 a 34 mil toneladas en el 2022. El tamaño del mercado continúa siendo una oportunidad para el aumento de la producción nacional.

Los costos de producción continuaron disminuyendo, haciendo cada vez más competitivo el cultivo. El mercado mundial fue muy volátil, con precios inusualmente altos en el primer Semestre y moderados en el segundo semestre.  La rentabilidad del cultivo mejoró y los agricultores ven ahora con optimismo la producción para el año entrante.

En el 2022 se iniciaron los cultivos comerciales de algodón en la altillanura y se instaló una moderna planta desmotadora en Puerto López, Meta. La apertura de esta región va a ser definitiva en la ampliación del área algodonera nacional.

La comercialización se consolidó con el apoyo de la industria y del Fondo de Estabilización de Precios a los algodoneros para la utilización de los mercados de opciones en las bolsas de futuros para proteger los precios de venta.

No obstante, la mejora en la rentabilidad del cultivo, el agricultor semestral se enfrenta a otras opciones de siembra tanto y más rentables, como el maíz y la soya. La competencia por tierras aptas para estos cultivos en las zonas tradicionales del interior y de la Costa no es favorable para el algodón por el alto valor de las inversiones requeridas.

El sector algodonero adolece de maquinaria moderna y de infraestructura para una comercialización eficiente.

Los elevados costos de mano de obra incentivan la mecanización del cultivo, pero, a su vez, la devaluación y las altas tasas de interés encarecen y desestimulan las inversiones en equipos y maquinarias modernas que requiere el cultivo.

Los algodoneros ven oportunidades en las políticas del nuevo gobierno, de incentivar la producción nacional para la sustitución de importaciones de materias primas requeridas por la industria y los consumidores, metas que se pueden conseguir si estos apoyos se dirigen a aumentar las inversiones, a mejorar la infraestructura de la producción y a fomentar el uso de instrumentos modernos de seguros de cosechas y de coberturas de riesgos para mejorar la comercialización.

Revista-SAC-1032.pdf

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